miércoles, 24 de abril de 2019

Biofertilizantes, de la investigación científica al campo de México


Los biofertilizantes son un asunto muy serio, se trata del futuro de nuestro planeta y nuestra especie, nos comprometemos a producir “alimentos” y restaurar la tierra o seguimos sembrando muerte con campos erosionados y contaminados que solo producen dinero y muerte.

El tema es tan vigente, que múltiples científicos se encuentran concentrados en desarrollar aportaciones que permitan cada vez mejores biofetilizantes que puedan competir con fertilizantes inorgánicos o químicos en los últimos años prometieron bajos costos y/o resultados inmediatos sin informar de todo el daño que producen y que hoy por hoy estamos enfrentando.


Si bien, en el mercado podemos encontrar distintas calidades de biofertilizantes y algunos no cubren las necesidades nutrimentales o incluso llegan a ser nocivos por sus deficientes procesos de fabricación; también podemos encontrar productos de muy alta calidad, realizados por profesionales y sustentados en los avances científicos que están dando excelentes resultados, recuperando el mercado que se tenía perdido y lo que es mejor, estos biofetilizantes de alta calidad están ayudando a regenerar suelos, a aumentar la calidad de las cosechas y ayudando a bajar costos.

En este capítulo hablaremos particularmente de la vermicomposta o humus de lombriz, como uno de los fertilizantes orgánicos de gran riqueza nutrimental. La información que aquí presentamos la hemos tomado de la revista científica Environmental Science and Pollution Research (Ciencia ambiental e investigación de la contaminación)
   
             Partamos por saber, ¿Qué es la vermicomposta o humus de lombriz? La vermicomposta es un proceso bio-oxidativo que involucra la acción de lombrices de tierra epigeas y diferentes microorganismos para acelerar la biodegradación y la estabilización de materiales orgánicos. El crecimiento tan rápido de la población ha incrementado la demanda de alimento lo cual conduce a la intensificación de la agricultura y actividades industriales para cubrir esta demanda. Esta intensificación de la agricultura y las actividades industriales ha resultado en la generación de enormes cantidades de desechos orgánicos e inorgánicos, con la mayoría de estos desechos siendo depositados de manera inapropiada en rellenos sanitarios y otros lugares.

En empresas como Biogarma se utilizan estos desechos agroindustriales como sustrato para realizar una vermicomposta de calidad, por mencionar algunos desechos agroindustriales que se utilizan en nuestros bioprocesos destacan la cachaza y la melaza de caña.

             El proceso de Vermicompostaje involucra una sinergia entre las lombrices de tierra y los microbios, lo cual requiere un balance preciso de Carbono(C), Nitrógeno(N) y Fósforo(P), los cuales son los principales elementos requeridos para la formación de proteínas, generación de energía y reproducción en todos los organismos vivos.

Debido a la relación que existe entre C, N y P durante el proceso de vermicompostaje, es muy probable que la mineralización de los nutrientes, bioestabilización y el desarrollo de las lombrices estará comprometido si estos elementos no son balanceados durante el proceso de vermicompostaje.

             A nivel laboratorio, muchos investigadores han utilizado diferentes compuestos orgánicos para producir vermicomposta como lo son excremento de vaca, cerdo, pollo, desechos del hogar, lodos depurados y desechos de papel.

             Sin importar de donde provenga el sustrato para realizar la vermicomposta, se deben tomar en cuenta tres puntos clave:

1.          ¿Cuáles son las condiciones óptimas para el proceso de vermicompostaje para producir fertilizantes ricos en nutrientes en un periodo corto de tiempo?
2.          ¿Qué oportunidades están disponibles para mejorar el proceso de vermicompostaje en términos de composición de nutrientes y biodegradación?
3.          ¿Cuál es el potencial práctico de la vermicomposta como un acondicionamiento[1]  del suelo en la agricultura?

             El término de vermicomposta es derivado del latín y proviene de la palabra vermis la cual significa gusano. Sin embargo, la vermicomposta se refiere al proceso de compostaje que es realizado por gusanos de tierra de las especies epigeas, anécicas o endogeas, las cuales tienen la habilidad de colonizar y degradar desechos orgánicos. La vermicomposta además se ha definido como el proceso de bio-oxidación en el cual lombrices de tierra detritívoras interaccionan con microorganismos y otro tipo de fauna dentro de la comunidad de descomponedores, así aceleran la estabilización de materia orgánica y modifican sus propiedades físicas y bioquímicas.

             Las lombrices de tierra han mostrado incrementar el proceso de compostaje directamente por degradación mecánica de desechos orgánicos complejos usando sus mollejas, lo cual ayuda ha incrementar la superficie del área del sustrato y consecuentemente alteran la actividad microbiana, en procesos que han sido nombrados como procesos asociados al tracto digestivo.

             Por lo tanto, además de la acción mecánica de las lombrices, los microorganismos dentro del tracto digestivo de las lombrices y la composta son entonces responsables para producir varios biocompuestos como enzimas y ácidos orgánicos los cuales son responsables de acelerar la biodegradación y la mineralización dentro de la vermicomposta.

Los cocteles microbianos juegan un papel muy importante en los procesos asociados a la expulsión de desechos (por sus siglas en inglés, CAP), que tienen lugar durante la maduración de la vermicomposta, seguido de la transportación de materiales orgánicos a través del tracto digestivo de la lombriz. Durante el proceso de vermicompostaje y principalmente en el CAP, ácidos orgánicos de bajo peso molecular los cuales incluyen al ácido oxálico, formico, cítrico, y acético son producidos. Estos ácidos orgánicos juegan un papel muy importante en la mineralización de los nutrientes durante el vermicompostaje, sin embargo han recibido muy poca atención.

             Como se mencionó anteriormente, estos ácidos orgánicos causan la mineralización mediante tres procesos, los cuales incluyen la competencia por los sitios de adsorción, disolución de adsorbentes y cambio en las superficies de las cargas de los adsorbentes.
Los factores que afectan el proceso de vermicompostaje pueden ser divididos en propiedades químicas y físicas, donde el C, N y P juegan un papel muy importante durante la optimización del compostaje.
El proceso de vermicomposta como se definió previamente es conducido por microorganismos, y estos necesitan más carbón que nitrógeno debido a que usan el nitrógeno para construir materiales celulares solamente, pero necesitan carbón como una fuente de energía y para el desarrollo celular.

             Aunque la adopción comercial de la vermicomposta como un fertilizante orgánico en la agricultura ha ido lenta por sus concentraciones bajas de macro-nutrientes comparadas con los fertilizantes inorgánicos, las investigaciones científicas  realizadas hasta la fecha, están permitiendo producir biofertilizantes con niveles más elevados de estos macro-nutrientes; mediante algunos cambios y cuidados durante la producción, que los están llevando poco a poco a ganar reconocimiento.



Pero ojo, es fundamental buscar productos que garanticen su contenido mediante análisis de laboratorio para obtener los resultados esperados.  

A los enemigos de los fertilizantes orgánicos les podemos decir que los Biofertilizantes de alta calidad, no solo cuentan con macro nutrientes, si no que tienen otros beneficios que NO tienen los fertilizantes inorgánicos como lo son el mejoramiento físico del suelo, las propiedades biológicas y químicas, la liberación paulatina de nutrientes, la reducción de los desórdenes fisiológicos en los vegetales, además de ser amigable con el medio ambiente. En México es especialmente urgente la apuesta por Biofertilizantes, ya que además de los daños a los campos y cultivos, los compuestos altamente contaminantes de estos productos no son eliminados de la manera adecuada, multiplicando el daño ambiental y a la salud.  


             Por último es importante resaltar que el suelo es un componente crítico de la biosfera no solo es responsable de la producción de alimentos, sino también es importante en el mantenimiento de la calidad ambiental. Así las tecnologías que solo se centran en el potencial agrícola del suelo, en lugar de la salud general del suelo, están haciendo una agricultura no sustentable en un mediano plazo. A diferencia de los fertilizantes inorgánicos que solo suministran nutrientes específicos, los fertilizantes orgánicos suministran una amplia gama de macro y micronutrientes esenciales, junto con la materia orgánica que es esencial para mejorar la calidad y salud del suelo.




Por lo anterior, opta por biofertilizantes de alta calidad como los elaborados en Biogarma, con una producción cuidada de principio a fin, en mejora continua a la par con los avances científicos y con resultados garantizados de laboratorio. Éste es el momento, apuesta por mejores productos, una mejor economía y aporta tu granito de arena para una mejor ecología. 





Información tomada del artículo científico
Optimizing the vermicomposting of organic wastes amended with inorganic materials for production of nutrient-rich organic fertilizers: a review Hupenyu
Allan Mupambwa1 & Pearson Nyari Stephano Mnkeni1
Received: 10 July 2017 /Accepted: 17 January 2018 # Springer-Verlag GmbH Germany, part of Springer Nature 2018



[1] La enmienda o acondicionamiento es el aporte de un producto fertilizante o de materiales destinados a mejorar la calidad de los suelos.